Bruno Pélassy

“En 1987, mientras terminaba su formación como sastre, Bruno Pélassy vivía en un estudio en París, rodeado de desorden oscuro y una cascada de agujas, encajes y pieles que su madre solía traerle desde Niza. En su televisor de tubo catódico, sus cintas VHS se reproducían en bucle: El Exorcista (1973), Female Trouble (1974) y La ley del más fuerte (1975). A veces bajaba el volumen para escuchar sus discos de vinilo junto con las imágenes: “Madame Butterfly” de Malcolm McLaren (1984), la grabación de Ingrid Caven en Le Pigall’s (1978), cualquier cosa de Madonna. En una estantería de pino, una bolsa de perfume Chanel y los comienzos de una biblioteca: La Nuit juste avant les forêts (1977), Dans la solitude des champs de coton (1985) y Le Retour au désert (1988). Al igual que Koltès, el autor de estos libros, Pelassy era gay, nacido en una familia católica, con un padre militar y una madre ama de casa.” Según las palabras de Baptiste Pinteaux, a lo largo de su vida Bruno Pélassy encarnó una personalidad multifacética y brillante, la de un coleccionista desenfrenado cuya obra subversiva y sensual rechaza ser encasillada. Su trabajo, que abarca más de una década (años 90–2000), va desde esculturas y bijoux hasta dibujos y películas, incorporando motivos tanto de la alta costura como de las culturas de segunda mano de una sociedad de usar y tirar, abordando tanto cuestiones de adorno como de tecnología.