Culs de ferme

En Culs de ferme, Jean-Luc Cramatte busca retratar diversas formas de acumulación en un paisaje globalizado que a menudo se presenta como limpio y ordenado. Sus ambiciosos proyectos inconformistas son de proporciones prometéicas. Bien familiarizado con las líneas de falla sociales, Cramatte puede considerarse un fotógrafo de convulsiones, un buen ejemplo de lo cual es su serie sobre las oficinas postales suizas (Poste mon Amour, 2001-2008).

Coleccionista obsesivo de imágenes, tanto de sus propias fotografías como de imágenes encontradas, Cramatte ha estado compilando un inventario fotográfico durante veinte años. Le gusta pensar y trabajar de forma serial, asegurando todo tipo de evidencias para detener las crecientes lagunas en nuestra memoria colectiva. Sus exámenes del mundo visible, invariablemente basados en conceptos idiosincráticos, dirigen nuestra mirada hacia cosas inadvertidas y pasadas por alto. Sus inventarios fotográficos arrojan una luz humorística y crítica sobre el mundo "normal" actual, produciendo así una etnografía reveladora de la vida cotidiana. A veces lleva el concepto de catálogo a sus límites, reinventando finalmente la realidad, incluso mientras se adhiere a un enfoque estrictamente documental sin evitar lo feo, lo sombrío, lo monótono. Su trabajo culmina en una poesía de lo ordinario.

Desde las primeras señales de degradación hasta ruinas completamente cubiertas, sus imágenes capturan el statu quo. Sin adornos y libres de nostalgia, aunque nunca acusadoras ni quejumbrosas, ofrecen una mirada perspicaz al estado de decadencia. Más allá de su enfoque etnológico y sociológico, Cramatte busca sobre todo capturar situaciones que le recuerdan eventos reales o literarios.