Every Pill I Took: 2000 - 2001

En nuestra sociedad adicta a las pastillas, hay una pastilla para todo. Los distribuidores legales corporativos de drogas, también conocidos como Big Pharma, han dedicado durante décadas pensamiento de diseño a prensas de pastillas ingeniosas y gelatinas multicolores para distinguir sus productos y atraer compradores. Asimismo, en los años 1990 y 2000, cuando el éxtasis arrasó en las escenas de clubes y raves, la marca de las pastillas era esencial para el marketing, una forma para que el usuario identificara un buen subidón de un medicamento para el resfriado o un lote de veneno. La marca del éxtasis a menudo se basaba en logotipos corporativos bien conocidos. Fácilmente identificables, los fabricantes de pastillas se aprovecharon del reconocimiento de marca de nuestra sociedad corporativa subvirtiendo las marcas al mismo tiempo. Un proceso que el crítico cultural Carlo McCormick dice que “colapsa el espacio cada vez más convergente entre la cultura juvenil subversiva y el consumo pasivo conformista de la corriente principal.” Mientras trabajaba como fotógrafo nocturno, Michael Lorenzini, con base en Nueva York, se fascinó por los detalles de diseño en las tabletas de éxtasis y quiso documentar esta forma de arte subterránea. Procedió a fotografiar cada pastilla que tomó entre 2000 y 2001. Aunque parecen joyas en sus diminutas formas coloridas, las fotografías macro, tomadas en película diapositiva con una lente macro extrema, revelan imperfecciones ocultas y paisajes texturizados.