HEAT

Guardadas durante mucho tiempo en un gabinete, estas imágenes de archivo de los años 50 a 90 documentan el trabajo de astrofísicos durante muchos años en el Laboratorio de Astrofísica de Marsella. Algunas de estas tomas fueron avances notables para la época. Recuerdos tanto de aventuras humanas como científicas, son las huellas tangibles de las capacidades históricas de estos centros de investigación que diseñaron y produjeron instrumentos para observar el universo. Estas imágenes en blanco y negro han perdido gradualmente su función y propósito. Pueden haber sido abandonadas, pero aún han escapado al terrible destino de tantos documentos inutilizables, fueron entregadas a la artista Caroline Corbasson quien, junto al fotógrafo Andrea Montano, exploró la poesía que contienen.

El libro y sus imágenes estarán acompañados por un texto de la historiadora y curadora francesa Luce Lebart:

“Con o sin leyendas, estas imágenes de campos estelares arrancados de su contexto de producción y uso se parecen tanto a un fotograma de cúmulos de polvo como a una ampliación de la estructura fotolítica de los granos de plata que constituyen la imagen. La fascinante belleza de estas fotografías oscila en vértigo entre lo inmensamente grande y lo inmensamente pequeño, entre la estrella y la tarea, entre el polvo y la estrella. Y los límites son porosos entre una imagen científica y una imagen abstracta ofrecida al deleite estético. Esta ósmosis entre imágenes científicas y artísticas recuerda la maleabilidad de las fotografías. Tienen esta inmensa facilidad de estar un día en el campo de la ciencia, otro en el campo del archivo y luego en el arte para ser consideradas nuevamente como documentos y finalmente todo a la vez.”