Monsters in Suits

Mira con severidad desde sus ojos abiertos y enrojecidos, mientras la fila de tentáculos que ocultan su fisura oral parecen vibrar vorazmente. La membrana que cubre la cabeza del siguiente es tan delgada que se puede ver su cerebro sobresaliendo debajo. Otros tienen caras reptilianas planas o cabezas caninas, trompas, picos, orejas puntiagudas, antenas y/o dientes que sobresalen por la parte superior de sus cabezas. Dondequiera que mires verás verrugas, mechones y estropajos de pelo patológicamente proliferantes, ojos ciclópeos que miran fijamente, orejas caídas, sonrisas traviesas sin dientes, ojos gigantes con múltiples pupilas. Y entre ellos, detalles de sus mangas, gemelos y botones de camisa que muestran calaveras, como si fueran de un catálogo por correo de horror.

Monstruos con traje alinean cuidadosamente este gabinete de horrores en una serie de bustos de apariencia casi oficial. Los peces gordos de la política y los negocios son capturados y caricaturizados aquí con bolígrafo azul oscuro. Pero estos no son retratos directos del CEO de Nestlé ("El agua no es un derecho humano"), el líder del Ku Klux Klan o los cabecillas de grupos juveniles de extrema derecha. Son distorsionados y mezclados por el subconsciente en monstruos grotescos y espantajos, cada uno equipado con los atributos de respetabilidad: es decir, un traje y corbata. Están listos para los negocios, sin importar el costo para el bienestar del mundo. Aquí, por una vez, muestran sus verdaderos colores y sus verdaderas caras.