No One Left to Blame

No One Left to Blame de Charlie Hay es una exploración de la inquietante pregunta, “¿Por qué?” — una pregunta con la que el artista ha lidiado durante más de una década tras el suicidio de un amigo cercano.
El proyecto profundiza en temas de salud mental, actitudes sociales hacia el suicidio y los gritos de ayuda a menudo silenciosos que pasan desapercibidos. La obra de Hay captura paisajes, sitios y entornos en diversas ubicaciones alrededor del mundo donde han ocurrido suicidios, presentándolos como símbolos de soledad y cuestionamiento, más que solo como lugares de tragedia. Al centrarse en estos lugares aparentemente ordinarios impregnados de emociones profundas, invita a reflexionar sobre las narrativas en torno a la salud mental y busca desafiar el estigma generalizado contra hablar abiertamente de estos temas.
No One Left to Blame es un libro sobre el suicidio, pero reconoce que no hay dos suicidios iguales. Al abordar un tema así, Hay no busca respuestas definitivas, sino que ofrece una invitación a una comprensión más matizada, una oportunidad para iluminar algunos de los rincones más oscuros de nuestra psique colectiva.