Oil Paintings and Pastel Drawings

Estuve un poco enamorado de ti, solo brevemente. Estuvimos tan cerca. Casi del mismo tamaño. Ambos altos, ambos delgados. Casi anoréxicos. Éramos una mujer que también quería ser un hombre, y éramos un hombre que también quería ser una mujer. Casi nos amamos. Pero no funcionó. Había algo pesado entre nosotros. Provenza estaba demasiado lejos. Nunca he estado allí. Soñé con los aromas, las hierbas, los animales, el pan, el vino. Soñé con los paisajes, las puestas de sol, los hoteles, los refugios. Pero no funcionó. Había algo entre nosotros. Tal vez el género. Tal vez éramos demasiado similares, pero diferentes. En cambio, me diste una exposición. Me encantó: la galería alta y blanca llena de pinturas coloridas. Muy grandes y muy pequeñas. Muy hermosas y muy terribles. Horror y bonne vie como vecinos. Ambas expuestas en paredes blancas. A veces la luz del sol proyectaba cruces – los montantes de las ventanas – que vagaban por las pinturas. Cruces en las pinturas también por la noche, de los focos. Las cruces no se movían por la noche. Desaparecían de nuevo durante el día. La bonne vie. Los refugiados. Simon Maurer