Only Have Faith

Only Have Faith de Adél Koleszár explora la violencia que ha azotado México durante las últimas dos décadas, contextualizándola dentro del papel más amplio de la fotografía en la representación y perpetuación del terror. La llamada guerra contra las drogas, iniciada en 2008 y financiada por EE. UU., desestabiliza comunidades para controlar recursos, migración y territorios, dejando a la población vulnerable. Los medios de comunicación convencionales sensacionalizaron la violencia para obtener ganancias, convirtiendo el fotoperiodismo en una industria competitiva, mercantilizando la tragedia. El trabajo de Adél se destaca al centrarse en paisajes, individuos resilientes y una evolución estilística. Ella yuxtapone la infraestructura descuidada con la abundancia de la naturaleza, capturando el costo humano a través de testimonios en lugar de imágenes gráficas. La inmersión de Adél en la cultura mexicana transformó su enfoque, permitiéndole profundizar en las complejidades de la violencia, remodelando su perspectiva. Su proyecto, creado en Veracruz, sirve como una reflexión conmovedora sobre los efectos de largo alcance de la explotación sistémica bajo el capitalismo.