Plastic Pulse
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A raíz de tantos cambios dramáticos en la memoria y sus representaciones, Ezra Miller se presenta como un heredero distópico del Arte de la Memoria. Partiendo de imágenes que recoge en la vida diaria, el artista implementa un proceso de deformación, plegando el código que compone la superficie de sus imágenes, desplegando perspectivas casi infinitas desde la imagen original para alcanzar un delicado equilibrio entre la fotografía y su material alterado.
El mundo entero es solo una virtualidad que actualmente existe únicamente en los pliegues del alma que la transmiten, el alma implementando pliegues internos a través de los cuales se dota a sí misma de una representación del mundo encerrado. Nos movemos de la inflexión a la inclusión en un sujeto, como si fuera de lo virtual a lo real, la inflexión definiendo el pliegue, pero la inclusión definiendo el alma o el sujeto, es decir, lo que envuelve el pliegue, su causa final y su acto completado. —Gilles Deleuze, El Pliegue, trad. Tom Conley
No se trata de mirar las fotografías de Ezra Miller, sino de mirar a través de ellas, atravesando su superficie plegada algorítmicamente. Lo que se crea ahí no son meramente cosas vistas, sino recuerdos por venir, fragmentos de una memoria flotante y compartida. —Nicolas Giraud