Tout Va Bien

Lemas publicitarios, letreros de neón con juegos de palabras, logos de marcas de chocolate y estudios de cine: el mundo variado de ficción y comercio de Ste?phan Landry es un idilio hollywoodense en el que, como dice el lema, “Tout va bien”. En hojas de papel A3 durante y después de su formación en Ginebra, en hojas cuadriculadas sueltas durante sus wanderjahre, luego en papel reciclado suavizado debido a dificultades económicas, Landry creó un verdadero alfabeto warholiano ejecutado con técnicas que van desde gouache, tinta, esmalte, barniz sintético hasta Tipp-Ex.

La industria de la felicidad puede promocionar el lado brillante de la vida tan fuerte como quiera: Landry revela sus mecanismos subyacentes mediante la exageración, convirtiendo su arte pop en un retrato íntimo del artista y su entorno cotidiano. La característica travesura de Landry está presente en sus obras icónicas, y las dota de una sensualidad que es menos suntuosa que explícita. Y sin embargo, ahí están, anónimas y aisladas del mundo, siluetas frágiles como las de Markus Raetz.