Violently Happy presenta documentación de una serie de serigrafías a3 reducidas y multicapa sobre trabajos descartados y material impreso encontrado de diversa significación autobiográfica. Al reciclar o destruir obras antiguas de esta manera, pude crear catárticamente imágenes máximas mediante un enfoque minimalista de los materiales. Las ilustraciones en sí mismas cuestionan la idea de propiedad dentro del bootlegging como práctica artística, además de burlarse de la impersonalidad de la comunicación mecánica.