Wild Alchemy Journal: Air Edition
72 páginas de texto, olor, imagen y video de nuestro colectivo global de artistas y practicantes, incluyendo nuevos colaboradores Emanuele Coccia, Sam Lee, Ed O'Brien, Erin Robinsong, la familia Sheldrake, Marshmallow Laser Feast, K Allado-McDowell y la Agencia Espacial Europea.
El Viaje: La primera inhalación de nuestro viaje comienza con una respiración divina y el sonido primordial de una obertura cósmica. El gigante gaseoso Júpiter domina los cielos oscuros y llama a Eolo, el guardián de los vientos. Céfiro decodifica el atlas de nubes de Endimión, en un estado de entropía que mueve la materia a través de la resonancia mientras Imhotep escucha la disonancia celular y la alquimia del sonido dentro de su paciente, soñando con el hipogeo. Encantados, cantamos la canción del alma y sintonizamos las frecuencias solfeggio retrocediendo a 432Hz. Los ruiseñores escuchan nuestro dolor invernal y anuncian la primavera; cirujanos nocturnos operan en nuestro alma a través de su canto mientras digitalizamos en la aviaria; y vencejos llevan el mensaje de nuestro futuro en vuelo, diseccionando la anatomía de un hombre-pájaro para interpretar el lenguaje de las aves. Abejas fecundas se emancipan de la esclavitud sexual a lo largo del camino del polen. Alquimizamos palabras escritas en el jardín de datos y empleamos el arte del ikebana en los espacios entre flores y tallos. Los cempasúchiles perfuman los cementerios en el Día de los Muertos mientras pescadores atrapan almas con redes de mariposas y viajeros liminales fuera del cuerpo se unen a las almas que hacen autostop en el humo y la química del deseo. Una comunidad de árboles y pulmones vive en un océano de aire que se transforma en la voz de una partícula de ceniza volante, reclamando la contagión a través de la comunidad mientras la psique absorbe el alma de la mente, y la memoria reescribe su historia en una era aérea de tecnobiofilia, donde todos podemos ser eternos. El aire como medio mitiga nuestro sentido de separación y nos une en nuestra obra colectiva. El aire es tiempo, y soplamos el reloj de diente de león, recalibrando nuestros barómetros internos para una nueva época. Y respiramos.